En el año 2016 se instaura en Chile, el día nacional de la niñez trans que se conmemora cada 19 de agosto, con el objetivo de señalar a este grupo objetivo de visibilizar de manera responsable y afirmativa la niñez trans en la sociedad chilena. Sin embargo, esta misma sociedad y el propio estado -hasta hoy- a pesar de tener una ley que reconoce y da derecho a la identidad, no permite el cambio de nombre y sexo registral para menores de 14 años, lo cual no solo va en contra de los principios de la misma ley sobre su autonomía progresiva e interés superior del niñe, sino que además implica desconocer el derecho a la identidad de género en un momento del ciclo de vida donde en la mayoría de los casos, más se necesita para generar el bienestar psíquico de les niñes trans entrando a la pubertad.
En nuestra región, la Fundación Akáinix es la ong sin fines de lucro que acompaña a familias con niñeces con esta experiencia de vida, desde el año 2018 y su coordinadora nos recuerda que “el estado sigue al debe con la implementación del reglamento que la misma ley regula para estos efectos, sin que hasta hoy obtenga financiamiento para lograr satisfacer una demanda progresiva respecto de las necesidades de NNNA, ya que cada vez más conocemos de casos, que terminamos atendiendo las organizaciones de la sociedad civil, pues el estado y sus instituciones no cumplen con su obligación autoimpuesta a través de normativa y legislación. Nuestra región, no ofrece ninguna alternativa para estas niñeces y debemos forzar el cumplimiento de las normas”.
Y agrega: “Las familias se acercan a nuestra comunidad en busca de referentes, de compañía, de comprensión y de buen trato, ese que en la mayoría de los casos no encuentran en sus entornos escolares o sociales. Vemos cómo las autoridades, la academia y los medios de comunicación, siguen invisibilizando una realidad que requiere de cambios sociales, curriculares y una oferta sanitaria satisfactoria, para evitar que las niñeces sufran”
“Este año hemos podido brindar un encuentro amoroso en un espacio seguro, que ofrece y practica la inclusión efectiva para todas las personas, con el fin de celebrar sus ganas de vivirse y expresarse de manera libre y donde la identidad es parte de toda la amplia riqueza cultural de nuestro territorio. Agradecemos la posibilidad que se abre con el Be Happy Café de celebrar a todas las personas que por sus diversasformas de ser y vivir pueden experimentar discriminación. Ese es un espacio seguro para convivir y relacionarse de la manera que los nuevos tiempos requieren”