EQUIPO DE GENERO, EQUIDAD Y DIVERSIDAD DE LA UMAG CRITICARON A PARLAMENTARIOS QUE PONEN EN DUDA PLANES DE ESTUDIO SOBRE ESTA MATERIA EN DOS UNIVERSIDADES
Como equipo de la Dirección de Género, Equidad y Diversidad de la Universidad de Magallanes, manifestamos nuestro total repudio a la solicitud de información realizada por los honorables diputados Sr.Cristóbal Urruticoechea Ríos y Sr.Harry Jürgensen Rundshagen a dos universidades estatales, Universidad de Chile y Universidad de Santiago de Chile, para que se les entregue información acerca de los cursos, centros, programas y planes de estudio “relacionadas con estudios de género, ideología de género, perspectiva de género, diversidad sexual y feminismo”, su costo y quiénes están a cargo de los mismos.
Nos alarma el tono del oficio, en el cual se usan términos como “ideología de género”, lo cual implica no comprender absolutamente nada de los avances que se han desarrollado en el ámbito de la educación, dado que la ideología de género implica minimizar y estereotipar a los estudios de género instalados por los movimientos feministas en la sociedad, los que han permitido un trabajo sistemático a nivel regional y nacional en temáticas de igualdad de género, con el único objetivo de hacer de esta una sociedad más justa e igualitaria y los que además obedecen a políticas públicas vigentes en Chile, las que obligan a las instituciones de educación superior a formar nuevos profesionales en materias de DDHH y Género.
Nos preocupa la solicitud de nombres de quienes imparten cátedras de género o diversidades sexuales al interior de las universidades estatales chilenas, ya que esto podría implicar una persecución o estigmatización de quienes estamos trabajando para lograr una sociedad más justa.
El estado de Chile ha suscrito diversos tratados internacionales y compromisos relativos a la materia, asumiendo el garantizar la igualdad de género, donde la educación es la herramienta esencial para poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres, niñas y diversidades sexuales, siendo, no solo un derecho humano básico, sino también la estrategia para promover una sociedad libre, igualitaria y justa, promoviendo el crecimiento económico y desarrollo a nivel mundial, de acuerdo al Objetivo de desarrollo sostenible N°5.