Con la poderosa imagen de Francisco posando sus manos sobre el féretro de su predecesor, Benedicto XVI, tras el funeral concluye la «época de los dos papas», en la que después de un primer momento de sorpresa se consiguió un importante equilibrio entre las dos áreas de la Iglesia, una más progresista y la otra conservadora. Ahora, tras la muerte del emérito, se abre una nueva fase del pontificado. Francisco siempre apreció la presencia de Benedicto XVI, que «en silencio todos estos años sostuvo la Iglesia», que era como «un abuelo en casa» y que cuando los miembros del ala más conservadora intentaron «utilizar» al papa emérito contra Jorge Bergoglio, fue el mismo Joseph Raztinger quien los frenó.
El féretro con los restos mortales del Papa emérito Benedicto XVI fue trasladado desde la plaza de San Pedro, donde se expuso para la misa funeral, a las Grutas Vaticanas, donde será enterrado en la tumba que perteneció al san Juan Pablo II. El ataúd fue llevado por 12 «sediarios», los portadores de las antiguas Sillas Gestatorias y los fieles en la plaza de San Pedro saludaron con un fuerte aplauso. Antes de entrar en la basílica, el Papa Francisco que presidió el funeral se detuvo de pie algunos minutos delante del féretro y puso su mano sobre él. Los cerca 130 cardenales que asistieron al funeral también entraron en la basílica para el saludo final mientras sonaron las campanas de San Pedro.
Fue el mismo Joseph Ratzinger quien dejó como última voluntad ser enterrado en la pequeña capilla de las cripta vaticana, donde estuvo la tumba de Juan Pablo II antes de que en 2011 se trasladase a la parte superior de la basílica para su beatificación y posterior canonización. Benedicto XVI descansará así a pocos metros de la tumba del Apóstol Pedro, al lado de la tumba de Pablo VI y frente a la de Juan Pablo I.
Fuente: Emol.com – https://www.emol.com/noticias/Internacional/2023/01/05/1083000/francisco-benedicto-fin-era-dospapas.html