Durante esta semana, la delegada presidencial provincial de la Antártica Chilena, María Luisa Muñoz, participó en la ceremonia de develamiento de una placa de reconocimiento por la construcción del camino que une a Puerto Williams con Puerto Navarino, obra que actualmente es parte de la Ruta Y-905.
En esta actividad, organizada por la Armada de Chile, se destacó la labor de la Compañía de Ingenieros del Cuerpo de Infantería de Marina, organismo que trabajó en la construcción de esta ruta entre los años 1965 y 1969. Es por ello que también contó con la presencia de ex infantes de marina, veteranos del Conflicto del Beagle entre el período de 1977 y 1979.
Hoy, el camino que en sus 56 kilómetros une a la capital provincial con el asentamiento ubicado en el sector noroeste de Isla Navarino, cumple una importante función de conectividad para pobladores de zonas rurales, personal naval, habitantes de islas adyacentes y visitantes.
Además, es un trayecto incluido en los trabajos de mantención y despeje del vigente convenio de la Dirección Regional de Vialidad, permitiendo su uso en todas las épocas del año siguiendo las recomendaciones de seguridad correspondientes. Y también es parte de los tramos del subsidio de transporte terrestre de la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones de Magallanes, mediante el cual se traslada a quienes residen y visitan la zona.
Para profundizar en los trabajos que la mencionada compañía naval realizó en la década de los 60 para unir ambas localidades, les compartimos el relato histórico proporcionado por la Legión de Infantería de Marina de Chile:
«Nos encontramos en este lugar para develar una placa que recuerda a aquellos que, desplegando un épico esfuerzo, construyeron el camino entre Puerto Williams y Puerto Navarino, sobreponiéndose a muy adversas condiciones atmosféricas, carencia de medios y a condiciones de aislamiento.
La construcción de esta vía, se enmarcaba en los esfuerzos del Estado de Chile por integrar y desarrollar esta zona y cuyo mayor hito había sido la fundación de Puerto Williams. La Armada de Chile, como uno de los instrumentos del Estado siempre presentes en áreas insulares, dispuso al Cuerpo de Infantería de Marina cumplir la tarea y éste la materializó utilizando un destacamento de su compañía de ingenieros al mando del teniente primero Jorge Ilabaca Acharán.
Esta unidad estaba compuesta por alrededor de 100 hombres. En su organización se encontraban operadores de maquinaria, herreros, carpinteros, mecánicos, explosivistas, topógrafos, un cocinero y un enfermero. Su base estaba en Valparaíso.
La unidad se desplazó a fines de 1965 con todos sus vehículos y maquinaria, entre los que destacaban cuatro tractores bulldozer, una motoniveladora, una compactadora, dos camiones tolva, un camión cisterna y un aserradero tratado, el que era empleado para producir las vigas, cuartones y durmientes con los que se construyeron sus puentes con capacidad para permitir 40 toneladas de rodantes.
Los trabajos se iniciaron de inmediato. Se debía trazar el camino, talar árboles, drenar sectores de turbales, rellenar y compactar, así como diseñar y construir alcantarillas y puentes.
Los períodos de trabajo se extendían desde octubre a abril de cada año. A finales de cada período, el personal volvía a la zona central, excepto una pequeña partida de mantenimiento de maquinaria que se mantenía en el área.
Se trabajaba de lunes a sábado, mientras hubiese luz. Los días domingos, la jornada se prolongaba desde la amanecida hasta mediodía. En la tarde había un tiempo para lavado de ropa, para escribir cartas a los familiares y un corto descanso.
Fue así como en el lapso de cuatro años, en 1969, se dio término a esta gran obra que tanto ha contribuido al desarrollo y conectividad de esta zona.
En años posteriores, la misma compañía de ingenieros realizó mejoras y mantenimiento a estas obras viales. Muchos de sus puentes llevan nombres relacionados con sus constructores».