Durante el fin de semana fiscalizadores de la Aduana Regional de Punta Arenas decomisaron una peligrosa carga de mercancías no declaradas en el control del Muelle Mardones, contrabando que se logró identificar a partir de los análisis de inteligencia.
El equipo de la Unidad de Drogas, Análisis y Delitos Conexos logró descubrir que dentro de un camión estaban escondidas 720 baterías usadas, las cuales serían enviada a Santiago vía Argentina.
El Director de la Aduana Regional, Reinhold Andronoff, valoró el éxito de este procedimiento ya que “la incautación de estas mercancías evitó poner en riesgo al medio ambiente y la salud de las personas, dada la alta toxicidad que emana cada uno de estos productos en desuso, los cuales están prohibidos en Chile para su exportación o importación”.
Este caso forma parte de los roles y estrategias del Servicio Nacional de Aduanas de protección al medio ambiente y a la ciudadanía de productos peligrosos para la salud.
En este caso también se aplica el Convenio de Basilea del cual Chile es parte y que regula el tránsito transfronterizo de mercancías peligrosas, como es el plomo que contienen las baterías y que son altamente contaminantes. El objetivo de este convenio internacional es reducir la generación de desechos peligrosos, su movimiento y asegurar su manejo ambientalmente racional, promoviendo la cooperación internacional y creando mecanismos de coordinación y seguimiento.
Por instrucciones de la Fiscalía Local de Punta Arenas, todos los antecedentes fueron derivados a la Brigada de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de Investigaciones. Además de las mercancías el camión y el acoplado fueron incautadas por Aduanas y quedaron almacenados en las dependencias portuarias.