SUBDIRECCIÓN MEDICA Y JEFES DE UNIDADES REVELAN GRAVES PROBLEMAS DIRECTIVOS CON EL SERVICIO DE SALUD MAGALLANES. PIDEN INTERVENCIÓN DE SUBSECRETARIO ARTURO ZUÑIGA.

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Era un secreto a voces que se sabia en los pasillos del Hospital Clínico y que luego de varios meses se dio a conocer en una carta al subsecretario de Redes Asistenciales Arturo Zuñiga.

Sr. Arturo Zuñiga Jory
Subsecretario de Redes Asistenciales
Ministerio de Salud

Estimado Subsecretario:

Magallanes enfrenta en este momento, un problema sanitario complejo producto de la segunda ola o fase de contagios por Coronavirus (SARS CoV-2). En dicho escenario, lamentamos distraerlo y distraernos de las enormes responsabilidades que respecto aquello, tiene usted y tenemos nosotros.

Sin embargo, el cúmulo de problemas a nivel directivo, que se arrastran de larga data en nuestro establecimiento, principalmente en su relación con el Servicio de Salud Magallanes, y cuyo escalamiento puede generar problemas de magnitudes insospechadas en este escenario complejo, nos hace realizar un obligado alto y establecer un momento de análisis, de búsqueda de soluciones y de compromisos por mejorar el actual estado de cosas.

En efecto, El Hospital Clínico Magallanes “Dr. Lautaro Navarro Avaria” es un EAR, inserto en la Red Asistencial del Servicio de Salud Magallanes, por tanto, afecto a una serie de obligaciones, pero también de facultades en sus capacidades de gestión, que la ley respectiva señala. Sin embargo, muchas de dichas facultades no se han respetado y la Dirección del establecimiento se ha transformado, a nuestro parecer, en un mero buzón de instrucciones provenientes de la Dirección de Servicio.

Preocupa sinceramente, que muchas de las decisiones que se han instruido, no hayan sido evaluadas en su mérito por las instancias de jefaturas técnicas y jefaturas directas comprometidas; y más grave aún, que las pocas veces en que han sido consultadas, los argumentos técnicos no son escuchados ni tomados en cuenta, siendo que repercuten en el funcionamiento directo de las actividades de nuestro establecimiento y en la atención de nuestros pacientes.

En el ámbito público, es factible SOLO realizar lo que por mandato legal está expresamente permitido, y dentro de aquello, existe la obligación del respeto al conducto regular, al respeto de la jefatura directa, el respeto a la preeminencia del bien público por sobre el privado y a que las decisiones complejas se deciden en ámbito INSTITUCIONAL y no solo por personas que ocupan determinados puestos. Necesario es señalar que, administrativamente, los cargos de asesorías y/o de staff de apoyo, no tienen facultades de instruir a aquellos que tienen dependencia jerárquica de aquellos a quienes asesoran.

En nuestro establecimiento existen, a lo menos, los siguientes graves problemas:

1.- Existe la percepción desde el área clínica del Hospital Clínico de Magallanes (HCM), de la existencia de una permanente disociación entre la realidad que vive nuestro establecimiento producto de la pandemia y la visión del Director de Servicio Salud Magallanes. Desde marzo nuestro establecimiento se ha constituido como centro de referencia regional para pacientes COVID, primeramente, definido desde el HCM y luego adoptada por el Servicio de Salud como modelo de gestión en red. Sin embargo, las constantes presiones hacia la Dirección del establecimiento van en sentido de mejorar la producción, en condiciones que no es posible hacerlo; de cumplir con la reprogramación sin tener RRHH ni infraestructura disponible en las nuevas condiciones; de constante crítica al rendimiento, sin escuchar los planteamientos realizados desde la SDM del HCM; presionar para lograr el cumplimiento de los plazos de patologías GES, sin entregar otras alternativas de solución y sin tener en cuenta que no se cuenta con un equipo de seguimiento completo, todo esto a pesar de haber reiterado en múltiples ocasiones todas estas falencias ante la DSSM.

Se ha hecho caso omiso de la opinión técnica en muchos ámbitos, por ejemplo, en la instalación de los Domos (que hasta hoy no pueden ser utilizados), en el traspaso de la dependencia de Psiquiatría (UHCIP) sin el conocimiento por parte de la SDM del Hospital y en la reiterada insistencia de la reprogramación en medio de la crisis de la segunda ola pese a no tener claras las definiciones en cuanto a la disponibilidad de RRHH, infraestructura y nuevas definiciones desde IAAS para ello.

Tampoco se entiende la poca transparencia al traer a un equipo de profesionales desde Santiago, que en principio son presentados como un apoyo para reforzar nuestra falta de recurso humano disponible, y que termina siendo una visita inquisidora, sin objetivos claramente definidos, que de forma sorpresiva evalúa nuestro quehacer, sin haber sido previamente informada ninguna jefatura respecto de esta misión. Si hay algo que mejorar, se trabaja en ello, la evaluación por parte de un ente externo es siempre una instancia positiva, mientras se dé en un contexto de respeto, colaboración y entendimiento del rol de cada uno de los participantes.

2.- No favorece en nada tampoco, la sistemática rotación de personal, cambios definidos desde la Dirección de Servicio tanto en puestos directivos como en otros cargos del establecimiento, sin la participación de la Dirección del HCM (SDGCE, Karen Antiquera; SDGDP, Sadoc Ramírez y Paula Díaz; TENS de CAE Mujer, EU de LE, entre otros).

Inestabilidad que dificulta aún más la continuidad de los procesos y la capacidad de gestión del HCM; más aún si se lleva a cabo en medio de una crisis sanitaria de la magnitud que estamos viviendo y pese a la manifiesta negativa de las jefaturas de los Centros de Responsabilidad (CR) del hospital a que estos cambios se lleven a cabo en estas circunstancias.

3.- Este establecimiento asistencial, el único de alta complejidad en la Región, arrastra un problema de larga data en relación con una brecha de dotación reconocida pero nunca resuelta desde el nivel central, una brecha estructural de presupuesto y además de infraestructura inadecuada e insuficiente. Un proceso tan relevante como lo es la Normalización II que pretende resolver los graves problemas en atención abierta, y cuya reserva de fondos se realizó en el año 2018 en el Plan de Inversiones (como “otras inversiones”) del Supremo Gobierno, a la fecha no muestra señales de avance y lo que se ha hecho no cuenta con el debido proceso de socialización” de dicha inversión y los que es peor, tampoco considera el nuevo paradigma de trabajo que nos obliga a realizar la Pandemia actual, la cual necesariamente impactará producción, rendimientos y por supuesto dotaciones e infraestructura para atención abierta y cerrada.

4.- Decisiones operacionales y clínicas que afectan tanto el funcionamiento como la producción del HCM, y que sin embargo son definidas sin participación directa de las instancias directivas del establecimiento, se están volviendo una práctica habitual en distintas indoles: definición de rondas médicas, flujo de insumos de farmacia, e incluso movimiento de recurso humano a otros hospitales de la Red influidas por gremios (FENTESS) son parte de las prácticas que hemos evidenciado en este tiempo.

5.- Tampoco vemos que seamos escuchados, ni que exista la intención de realizar un trabajo colaborativo que incluya nuestra experiencia clínica, en la dirección de planificar el año 2021, en el que se visualiza un escenario igualmente complejo que este año, pero con los aprendizajes alcanzados y con las necesidades que nos plantean los y las pacientes no Covid.

 

¿Qué demandamos de las autoridades superiores?

1.- Solución definitiva, oportuna e integral de los graves problemas de dotación, presupuesto e infraestructura que nos aquejan, para cumplir con nuestras funciones, con la calidad que nuestra población espera y se merece.

2.- Respeto a las facultades del Hospital Clínico Magallanes, en cuanto EAR.

3.- Transparentar las decisiones en los ámbitos de dotación, gestión de los recursos y de infraestructura, activando el Consejo Técnico.

4.- Apoyar en los aspectos legales y reglamentarios a la gestión clínica, la cual evidentemente ha experimentado cambios significativos en el “ambiente pandemia”.

5.- Los gremios son muy importantes en cuanto a ser interlocutores para la institución, de aquellos funcionarios a quienes representan, sin embargo, no puede existir co-gobierno con aquellos. No confundir participación, inclusión y representación, con las responsabilidades legales de la administración de los Órganos del Estado. Los directivos superiores deben tener ABSOLUTAMENTE CLARO aquello.

Los abajo firmantes manifestamos nuestra voluntad de mantener nuestro compromiso con nuestros pacientes y el establecimiento, sin embargo, necesitamos avanzar en respuestas y soluciones a la brevedad, de manera de poder enfocarnos a un trabajo conjunto que permita entregar las respuestas que nuestra comunidad nos exige.

Saludan Atte.

Dr. Claudio Barría Peña – Subdirector Médico Hospital Clínico Magallanes.
Dra. María Isabel Iduya Landa – Asesora de Dirección HCM.
Dr. Christos Varnava Torres – Jefe C.R. UPC.
Dra. Patricia Amarales Osorio – Jefe C.R. Pediatría.
Dr. Raúl Martínez Guzmán – Jefe C.R. Mujer.
Dr. Héctor Gómez Ojeda -Jefe C.R. Medicina.
Dr. Dimitrije Pavlov Leiva – Jefe C.R. Cirugía.
Dr. José Iñiguez Sepúlveda – Jefe C.R. UEH.
Dr. Vladimir Moraga Lalanne – Jefe C.R. Especialidades Quirúrgicas.
Dr. Paulo Carrasco García – Jefe C.R. Pabellón y Recuperación
Dra. Daniela Cardemil Navarrete – Jefe C.R. Banco de Sangre
Dra. Edith Jofré Kachele – Jefe C.R. Oncología
QF Teresa Alarcón Díaz – Jefe C.R. Farmacia
Dra. Francisca Sanfuentes Parga – Jefe C.R. UMA
Dra. María Alejandra Carrasco Ban Jefe C.R. Odontológico
Dra. Soledad Bórquez Calixto – Jefe C.R. CAE Adulto
Dr. Carlos Delgado San Martin – Jefe C. R. Anatomía Patológica
Dra. Barbara Muñoz Alarcón – Jefe C.R. Medicina Física y Rehabilitación