El Centro Asistencial Docente y de Investigación de la Universidad de Magallanes (CADI-UMAG), es hoy día el principal centro de diagnóstico molecular de la región Magallanes y Antártica Chilena. En ese contexto, uno de los principales desafíos que se ha trazado en el escenario postpandemia, ha sido comprender la gravedad de las secuelas físicas y psicológicas que están portando los pacientes recuperados de coronavirus, fenómeno conocido como “Long Covid” o “Covid persistente”.
Según postulan en el recinto universitario, aún no se ha logrado alcanzar un estado de conocimiento que permita comprender el real alcance de las secuelas de la enfermedad, por lo que, desde la perspectiva sanitaria y durante la transición de la fase pandémica hacia la endémica, se deberán responder múltiples interrogantes en cuanto a las funciones cardio-respiratorias, musculares, psicológicas y moleculares que se ven afectadas en las y los pacientes que fueron infectados por el virus.
Por esta razón, su equipo profesional y científico se encuentra ejecutando el proyecto “Estudio de prevalencia de COVID-19 persistente en la comuna de Punta Arenas, Región de Magallanes y Antártica Chilena”, iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Magallanes y que, recientemente, fue presentada ante la Seremi de Salud y los equipos técnicos del GORE, el Hospital Clínico de Magallanes y representantes de la Atención Primaria de Salud (APS), para mostrar los avances de una de las fases más importantes del estudio: la etapa de evaluación a las y los pacientes que accedieron a participar, de manera voluntaria, en el estudio.
“Concluimos el reclutamiento de pacientes, es decir completamos las evaluaciones y la recolección de datos y ahora el desafío es obtener conocimiento a partir de datos a través de una etapa analítica que tiene un elemento de análisis estadístico”, informó el doctor Marcelo Navarrete Signorile, director de Investigación y Creación de la Universidad de Magallanes (UMAG).
Resultados preliminares
Para el equipo investigador, el establecimiento de la prevalencia local de las secuelas exige el que se desarrolle una batería de evaluación que, de la forma más eficiente posible, permita detectar las consecuencias de la enfermedad para guiar oportunamente la recuperación de una trayectoria sana del desarrollo adulto y potenciar su bienestar.
Por ello, la muestra con la que se dio cierre a la evaluación abarcó un total de 292 usuarios de un universo de 566 registros recibidos, que fueron quienes respondieron la encuesta enviada por correo desde la Seremi de Salud.
La convocatoria a participar, en tanto, se hizo de manera abierta el primer y segundo semestre del 20223 a quienes padecieron de coronavirus y, el primer llamado, tuvo una respuesta de 249 registros, mientras que, en el segundo, hubo 317 registros. El cierre del proceso de reclutamiento dejó una lista de espera de 269 pacientes.
El proceso de toma de exámenes y posterior diagnóstico del médico a cargo brindó una derivación de 13 pacientes a APS y uno al Hospital Clínico, lo cual refuerza el trabajo en red que ha generado el estudio. Así, los resultados preliminares arrojaron a 140 pacientes con diagnóstico médico de Long Covid, lo cual corresponde a un 48% de pacientes post infección en la cohorte de estudio.
Navarrete, señaló que, ahora, “viene una selección de muestra para un análisis más avanzando y sofisticado, como estudios moleculares e inmunológico y otros”, para, finalmente, con la integración de toda la información, “trabajar con grupos de expertos en las distintas áreas, como es la esfera neurológica y psicológica, una de las más afectadas con trastornos de la memoria, ansiedad, insomnio, etc. y luego el área inmunológica y respiratoria”. De esta forma, asegura el investigador, “uno puede saber cuál es la realidad del Long-COVID en la Región de Magallanes”.
La directora del CADI UMAG, Karena Espinoza Saavedra, agradeció la participación de la comunidad magallánica, y también a los académicos y estudiantes que están involucrados en el estudio, toda vez que aquello “ha permitido trabajar de manera asociativa dentro de la red asistencial y, de este modo, darle una respuesta a los usuarios que participaron y contribuyeron en el desarrollo de este estudio”.
“Es muy importante destacar que este es un esfuerzo en que colaboramos distintas instituciones y actores, con financiamiento del Gobierno Regional, desde la Academia y con la colaboración nuestra y de la red asistencial”, valoró la Seremi de Salud, Francisca Sanfuentes Parga.