En la previa a la temporada de incendios forestales, el Gobierno dio a conocer este martes su plan nacional de cortafuegos 2023-2024, que consistirá en construir más de 3.360 kilómetros de estas zanjas para prevenir siniestros entre Atacama y Magallanes.
Se trata de una acción conjunta entre la Conaf, el Ministerio de Obras Públicas, municipios, empresas y particulares, que prioriza eliminar el combustible vegetal, especialmente en zonas de interfaz urbano rural.
Los cortafuegos predominarán en la Región del Biobío, donde abarcarán un terreno de 652,4 kilómetros; le siguen en los primeros lugares la Metropolitana (410,2 km), Valparaíso (401,6 km), O’Higgins (391,3 km), el Maule (390 km), La Araucanía (330,9 km), el Ñuble (315 km) y Los Lagos (204 km) y en MAGALLANES 51 km.
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, recordó que el Presidente Boric decidió elevar en 47% el financiamiento para combatir los incendios forestales, lo que «implica cortafuegos, limpiezas, tener recursos para el arriendo de aeronaves que nos permitan la vigilancia y el combate al fuego, pero también necesitamos que la ciudadanía tome la decisión responsable de ponerse con esto; el 99% de los incendios se origina por acción humana».
Al respecto, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, llamó a «tener limpio el interfaz urbano rural, como lo hará obligatorio la ley de incendios», pues «las multas para quienes no cumplan la ley de cortafuegos pueden llegar hasta 5 mil unidades tributarias (UTM)», es decir, casi 320 millones de pesos.