Problemas vinculados a la falta de instancias educativas y formativas en las
personas cuidadoras, y las necesidades en los ámbitos de deporte, educación,
inclusión y transportes de las personas que reciben cuidados, fueron parte de los
resultados que evidenció en la región de Magallanes los Diálogos Sociales
“Hablemos de Cuidados”.
Chile ya cuenta con los resultados de los Diálogos Sociales
“Hablemos de Cuidados”, que durante este año movilizaron la participación de cerca de
12.600 mil personas de Arica a Magallanes, para conocer las necesidades y expectativas
sobre la creación del Sistema Nacional de Cuidados.
Para compartir los resultados con la ciudadanía, ayer jueves se realizó en Punta Arenas un
encuentro destinado a presentar los datos regionales, donde además en compañía de la
Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, junto a la Jefa de División
de Desarrollo Social y Humano del Gobierno Regional de Magallanes y de la Antártica
Chilena, Paola Fernández, y a la Directora Regional de la Asociación Chilena de
Voluntarios, Inés Vidal, se analizaron las conclusiones en torno al Sistema Nacional
Cuidados, una de las propuestas fundamentales del Plan de Gobierno del Presidente
Gabriel Boric, que servirá para relevar el rol de las personas cuidadoras en la sociedad.
En la región de Magallanes, estos diálogos fueron organizados por el Ministerio de
Desarrollo Social y Familia junto a ONU Mujeres y se efectuaron en las comunas de Punta
Arenas, Natales y Cabo de Hornos, donde participaron un total de 156 personas, entre
representantes del Estado, agrupaciones de cuidados, personas en situación de
discapacidad, personas mayores, indígenas, juntas de vecinos, además de hombres y
mujeres que ejercen labores de cuidados no renumerados.
Para la Ministra Antonia Orellana, “les vinimos a contar qué salió de este proceso de
diálogo de 12.000 personas, qué son las cosas que más se repiten, cuáles son las
preocupaciones y cuáles son las propuestas que tienen.
Todo esto va a nutrir el proyecto de ley que vamos a ingresar junto al Ministerio de
Desarrollo Social para crear la ley marco de cuidados, lo cual va además en paralelo con el
aumento del presupuesto en cuidados que está llevando a cabo el Gobierno. Se puede
ver, por ejemplo, la incorporación de comunas de Magallanes a la red local de apoyos y
cuidados, además del inicio de las obras que vamos a tener pronto del Centro Comunitario
de Cuidado que se va a emplazar en la comuna de Torres del Paine y así con otras
iniciativas que vamos a seguir lanzando. Por lo tanto, para poder acceder a todas ellas,
invitamos a las personas que cuidan, que no son sólo
mujeres, a que conozcan las medidas del Gobierno, que siempre se plantean con igualdad,
y a que se inscriban como cuidadoras o cuidadores en el Registro Social de Hogares”.
A su vez, desde el nivel central, la Subsecretaria de Servicios Sociales del Ministerio de
Desarrollo Social y Familia, Francisca Gallegos, afirmó que “no existe una forma de
concebir la creación de una política pública de estas dimensiones sin la participación e
incidencia de los y las protagonistas de la realidad de la que intentamos hacernos cargo
con la creación de un Sistema Nacional de Cuidados. Porque una sociedad justa y
democrática sostiene sus pilares en entregarle a todos y todas la oportunidad del buen
vivir, el gobierno del Presidente Gabriel Boric trabajará con esmero, como lo
comprometió, para avanzar hacia la consagración de los cuidados como un derecho
social”.
Inés Vidal, miembro del panel e integrante de la Agrupación de Fibromialgia de Punta
Arenas, señaló que “quiero agradecer al Gobierno porque desde hace mucho tiempo que
las personas cuidadoras anhelábamos tener una protección, una guía, porque tú te
encuentras de repente con una enfermedad, y no sabes qué hacer, porque nadie te
enseña cómo debes actuar. Que hoy estemos educando a la ciudadanía en este tema y en
cómo proteger a los cuidadores, es lo mejor que se podría haber creado. Siempre el
sistema de salud hace protección al enfermo, pero quién cuida al cuidador. Se trata que
los cuidadores tengan un respiro, porque los familiares muchas van los fines de semana a
criticar al cuidador, pero quién se pone en el lugar del cuidador, que es 24/7, que no tiene
descanso y que muchas veces tiene que inventar cosas muy burdas, como dar vuelta a un
paciente postrado, pero que son muy necesarias. Esperamos que esta política pública
avance”.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Discapacidad y Dependencia (ENDIDE 2022), la
población adulta en situación de dependencia en Magallanes es de 6.432 personas.
Si comparamos con las personas que ejercen cuidados y que cuentan con el Complemento
por Cuidados del Registro Social de Hogares (RSH), estas corresponden a 686 personas, de
las cuales el 83,4% son mujeres.
Los resultados en la región
Las personas cuidadoras de nuestra región identificaron que su principal problema
corresponde a la falta de instancias vinculadas a la Educación y Formación (22,9%), áreas
donde se desprenden las necesidades de capacitación en gestión del cuidado, la
psicoeducación y la posibilidad de continuar sus estudios formales.
Dentro de las problemáticas asociadas a la Autonomía Económica, las y los participantes
determinaron una potencial precarización laboral en la región, mayoritariamente
femenina. Un 20% señaló que la oferta laboral es deficiente, así como los derechos
laborales para las personas cuidadoras. Las necesidades identificadas se asocian a ideas
como cupos laborales que den prioridad a las personas cuidadoras, medidas que
potencien el trabajo independiente, el
reconocimiento del cuidado como un trabajo, y la profesionalización del oficio de
cuidador/a.
Respecto a las problemáticas de las personas cuidadas, éstas manifestaron que los
ámbitos con mayores complejidades son las áreas de Deporte y recreación, Educación,
Inclusión y Transportes. Todas estas con un 10,6%.
Finalmente, en cuanto a los principales problemas relacionados con la oferta pública y
cobertura disponible de cuidados, destacan la poca idoneidad de los instrumentos de
focalización para medir las necesidades materiales (30,8%), y la insuficiencia de recursos
humanos, financieros y logísticos para el funcionamiento de programas (30,8%).