MENOS DE LA MITAD DE LAS INTERNAS ACCEDE A PRODUCTOS DE GESTIÓN MENSTRUAL

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El SERNAC realizó el primer estudio de gestión menstrual enfocado en la población más vulnerable del país: Personas privadas de libertad, en situación de calle y quienes viven en campamentos, concluyendo que ninguno de estos grupos tiene garantizado el acceso a productos todos los días que los requieren, ni servicios de higiene básicos para enfrentar este proceso biológico.

El estudio, dado a conocer por la Directora Regional Metropolitana del SERNAC, Constanza González, buscó generar información que sirva para la formulación de políticas públicas que estén orientadas a dar respuesta a estas problemáticas en el país.

La pobreza menstrual es definida como la falta de acceso a productos sanitarios, educación sobre salud menstrual, falta de acceso al agua e infraestructura para gestión de los desechos. En esa línea, el estudio del SERNAC entrega importantes insumos sobre esta materia.

Para la realización del estudio, el SERNAC trabajó en forma colaborativa con Gendarmería, Fundación Gente de la Calle y con la Dirección Regional de Valparaíso para levantar información del Campamento Manuel Bustos de Viña del Mar. El universo abarcó a 157 personas de los Centros Penitenciarios de San Miguel y Santiago; 157 personas en situación de calle y 37 personas del campamento mencionado.

 

LA POBLACIÓN PRIVADA DE LIBERTAD

Sólo un 48% de las internas dijo que tiene acceso a los productos de gestión menstrual todos los días que los necesita, un 38% cuenta con ellos en algunas ocasiones, un 7% no tiene acceso para todos los días que menstrua y un 7% no lo tiene.

Las personas privadas de libertad acceden a estos productos mediante visitas (41%), un 26% los compra en kioscos al interior del centro y un 22% los obtiene con el intercambio.

De acuerdo con el estudio, para una menstruación digna se debe contar con infraestructura adecuada que permita tener privacidad. Los resultados arrojaron que sólo un 25% de las internas siente privacidad al utilizar el baño, y un 30% al usar la ducha.

Un porcentaje mayoritario (81%) reconoce tener acceso a agua potable para lavarse y gestionar su menstruación de forma adecuada, pero solo un 16% indicó tener agua caliente.

La toalla higiénica es el producto de gestión menstrual más conocido (99%) y utilizado por las internas (94%). Dentro de los productos reutilizables, la copa menstrual es la más mencionada (33%), sin embargo, solo un 8% la utiliza, porque no tienen la privacidad necesaria para cambiarse y, por otro lado, les preocupa la higiene, pues no cuentan con las condiciones para lavar la copa menstrual.

Dado que la menstruación es un proceso biológico que experimentan las mujeres de diferente manera, los síntomas también son variables. Un 42% de las niñas, mujeres y personas menstruantes señaló que “siente dolor extremo”. En cuanto a la forma de aliviar los dolores menstruales, las respuestas “hacer nada” y “solicitar en enfermería medicamentos”, son las opciones más comunes (28% cada una). Por otro lado, un 39% señala que no solicita ayuda de un profesional, aunque tengan dolores menstruales.

POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE CALLE

Un 37% de las mujeres encuestadas que están en situación de calle declaran que siempre tienen acceso a productos para todos los días que necesitan; un 50% suele obtener estos productos ocasionalmente y un 13% dice no contar con ellos durante su ciclo menstrual.

Respecto al conocimiento y uso de productos de contención menstrual, la toalla higiénica es la más conocida (99%) y utilizada (91%). Los productos reutilizables, como la copa menstrual y toalla higiénica de género, poseen un bajo porcentaje de conocimiento (26% y 9% respectivamente) y utilización (3% y 2%) en este universo de personas.

En este grupo utilizan productos que no fueron diseñados para gestionar la menstruación como paños de género, seguido de papel higiénico, pañales, mascarillas y ropa. 

En cuanto a sus malestares, el 60% de las mujeres en situación de calle siente dolor extremo durante la menstruación y los métodos que utilizan para aliviarlos son diversos: adquisición de medicamentos para aliviar el dolor por cuenta propia (45%), mientras que el 29% de las mujeres encuestadas no hace nada para aliviar el dolor y un 24% usa infusiones. Además, un 3% indica que consume drogas para mitigar el dolor.

POBLACIÓN QUE HABITA EN CAMPAMENTOS

Al analizar la disponibilidad de productos de gestión menstrual de este grupo, un 83% indicó que cuenta con los productos para todos los días que menstrúan.

Al consultar por el acceso a baños, sólo un 81% declaró contar con acceso a un baño privado y un 82% a una ducha privada. Respecto al acceso a agua potable, ningún sector del campamento cuenta actualmente con agua a través de cañería y tampoco hay acceso a alcantarillado.

En este contexto, solamente un 57% indicó contar siempre con acceso a agua potable y un 14% señaló no tener acceso. Respecto al agua caliente, ninguna de las encuestadas dijo tener acceso constantemente. 

Consultadas respecto de qué productos conocían y cuáles utilizaban, las toallas higiénicas poseen un alto conocimiento y utilización (99% y 91% respectivamente).

Respecto a los productos reutilizables, si bien son conocidos, tienen baja utilización. La copa menstrual, aunque la mitad dijo conocerla (51%), nadie la utiliza. En cuanto a los motivos por los cuales se eligen los productos de contención menstrual, al igual que en otros grupos estudiados, el “precio”, es el atributo más relevante.

Un 45% de las niñas, mujeres y personas menstruantes de este grupo reconoce sentir durante este período “dolores extremos”. Para aliviarlos se recurre a diferentes prácticas: medicamentos por cuenta propia (59%); seguido de la utilización de infusiones (28%) y aplicar calor en la zona abdominal (4%).

Para conocer el estudio completo, visite www.sernac.cl