Como algo inédito fue catalogado por la prensa trasandina la decisión de YPF, la cual, en un intento por atenuar la escasez de gasolina en algunas provincias, decidió acotar la venta de combustible a los vehículos livianos y de transporte pesado que solo estén de paso por su país.
De esta manera, los autos y camiones con placa patente de Chile, Brasil, Paraguay o de cualquier otra nacionalidad, solo podrán cargar el combustible Infinia Diesel, la variante de mayor calidad de YPS, a un precio de $240 pesos argentinos, el cual hasta hace sólo un mes costaba $123 pesos. En moneda chilena, esto significa un aumento desde los $984 a $1.580, un alza del 60%.
Situación que genera preocupación en la zona austral del país, ya que según detalla el senador independiente por Magallanes, Karim Bianchi, “El costo de la vida en la región, que ya es alto, se va a disparar de una manera desproporcionada ya que el 80% de los productos llega a Magallanes por transporte terrestre y deben pasar por Argentina, son miles de productos que van a subir su precio y las familias de más bajos ingresos se van a ver más afectadas”, aseguró el parlamentario.
Ante la situación, Bianchi hizo un llamado a las autoridades “Le pido al presidente Boric que tenga presente a su gente, con la que él creció. El MEPCO no está siendo suficiente para apalear la crisis, la gente lo está pasando mal y lo van a pasar peor si el gobierno se queda en la inacción y espera a último momento”.
Por otra parte, el rubro de los transportistas nacionales también se vería afectado, ya que la medida adoptada por las autoridades trasandinas favorece la contratación de transporte argentino con tal de rebajar los costos de la cadena de suministros.
En esa línea, el senador Bianchi agregó que “el presidente Boric y la Ministra Urrejola de RREE, no deben enfocarse solo en el MEPCO, sino también en las relaciones bilaterales con nuestros vecinos”.
Desde Argentina, YPF informó que la medida ya está vigente en sus 1.600 estaciones, con lo que esperar evitar la fuga de combustible que amenaza con paralizar la producción de distintas industrias en el país vecino.