Manuel Barria es un ciudadano de Punta Arenas, quien viajo a Río Gallegos para poder visitar familiares después de un largo tiempo impedido de trasladarse a la Argentina, por la pandemia y las restricciones sanitarias. Una vez abierta la frontera de Integración Austral, logró traspasar el paso fronterizo sin mayores dificultades y cumpliendo con todas las normas exigidas por ambos paises.
El problema se suscito al retornar a Chile, ya que una vez que llegó a la frontera Argentina, fue el personal de ADUANAS el que le exigió a Barria, un documento de residencia en Punta Arenas que otorga la PDI. En esos instantes, presento los documentos de automóvil que decía que habitaba en Punta Arenas, pero el jefe de turno no lo autorizo y le retuvo el vehículo, hasta que regule sus documentos. Contrariado con lo ocurrido, llamo a su esposa para que vaya a la PDI a conseguirse el documento, pero cuando llego al cuartel de calle Errazuriz, extranjería no se lo otorgo.
Manuel Barria, acudió al día siguiente al consulado de Chile en Rio Gallegos, pero no fue atendido por la delegación nacional en la ciudad Argentina. Luego de otros tres días de tramite, debió solucionar con un «Pituto» el problema de poder obtener el documento de residencia, el cual llego a la frontera Chilena, lo que significo que deba caminar por Monte Aymond, los kilómetros que separan de un paso fronterizo a otro. «debí parar ocho veces para poder respirar por mi edad», dijo Barria, quien después debió volver caminando a la ARGENTINA. Al final el sábado logro recuperar su automóvil y debió pagar una multa de 17 mil pesos argentinos (120 mil pesos chilenos).
Don MANUEL quiso contarnos su experiencia para que la gente vaya preparada y con todos sus papeles para no tener problemas, ya que esto lo sorprendió al viajar a Gallegos y lo que parecia un viaje de placer y reencuentro se transformo en una verdadera pesadilla y con don Manuel incluso debiendo acudir al Hospital por el estrés que esto le significo.