La Asociación de Funcionarias y Funcionarios de la Superintendencia de Educación, ASUME, ha acordado un PARO NACIONAL de actividades durante el día de hoy, lunes 28 de febrero, debido a diversas situaciones que se han venido desarrollando en los últimos meses, y de las cuales no hemos obtenido una solución o respuesta satisfactoria.
• Funcionarios y funcionarias pendientes de mejoras. • Destitución de funcionaria con fuero maternal. • Contrataciones directas, pese a las objeciones manifestadas a la jefatura superior del servicio por el directorio nacional. • Problemas de infraestructura en las oficinas de las Direcciones de Región Metropolitana, O’Higgins, Maule y Araucanía. • Problemas de clima laboral conocidas por la Jefatura Superior del Servicio y sin que se hayan tomado medidas efectivas para mejorar dicha situación. • Falta de dotación. • Exclusión de participación del gremio en la confección de resoluciones internas que afecta a trabajadoras y trabajadores.
Mediante carta de fecha 3 de febrero enviada al presidente electo Gabriel Boric Font, le hemos solicitado a las nuevas autoridades nacionales, la designación de una nueva jefatura superior del servicio a partir del 11 de marzo, con la finalidad de contar con un interlocutor válido que dé respuesta oportuna a nuestras demandas y que tenga la voluntad de trabajar colaborativamente con ASUME, fortaleciendo de esta forma el trabajo conjunto de la Superintendencia de Educación.
Nuestra razón de ser y misión apunta hacia el resguardo de los derechos de la comunidad educativa derivado del cumplimiento de la normativa educacional vigente, por esto resulta inconsistente, que los procedimientos disciplinarios internos aplicados a los funcionarios y funcionarias, no sean justos y proporcionales, no se respeten sus derechos, en particular el derecho a la maternidad, obviando en sus decisiones y resoluciones considerar el interés superior del niño, conforme a los principios y el ordenamiento jurídico vigente.
Es por lo anteriormente expuesto que exigimos que el Superintendente de Educación presente su renuncia a partir del 11 de marzo del año en curso, y de esta forma iniciar un nuevo ciclo en las relaciones laborales al interior de nuestra institución, que permitan consolidar una Superintendencia a la altura de las trasformaciones que nuestro país demanda, especialmente referida al ámbito de la educación.