RETORNÓ LA VISITA CONYUGAL A LAS CÁRCELES DE PUNTA ARENAS Y PUERTO NATALES

Síguenos y Comparte

Tras 19 meses de haberse suspendido el ingreso de visitas a las cárceles producto del coronavirus, durante este mes la mejora en los indicadores de la pandemia ha permitido el retorno de los seres queridos de las y los internos a las unidades penitenciarias. Sin duda una medida muy esperada dentro y fuera de estos penales, dado que se entiende que la visita conyugal mantiene los vínculos afectivos entre las parejas, evitando así el deterioro de sus relaciones, y por consiguiente la inestabilidad familiar, la pérdida de lazos conyugales y familiares; todas dimensiones humanas que influyen en los procesos de reinserción social de los penados.

Es así como el programa de visita íntima, beneficio al que sólo acceden los internos e internas de buena o muy buena conducta, ya sean imputados y condenados, debe ser solicitado con anticipación y de manera voluntaria por las personas privadas de libertad. De esta manera, la visita conyugal (que tiene día y horario definido), se concreta luego del proceso previo de enrolamiento de la persona que acudirá al penal. Al ingreso, ésta deberá adoptar las medidas de bioseguridad que incluyen toma de temperatura, presentación de carnet de movilidad, uso de mascarilla, la aplicación de alcohol gel, así como una encuesta sintomatológica.

Por su parte, Gendarmería verifica previamente que las visitas sean cónyuges o parejas estables con un vínculo emocional o afectivo superior a los seis meses, para luego, tras cumplir con todas las exigencias y protocolos, se permita un contacto de mayor intimidad que puede incluir el ejercicio de la sexualidad dentro de un espacio reservado y digno al interior de las cárceles, espacio conocido como venusterio.